¿Te angustia lo que pasa o pueda pasar con tu hijo?
¿Sientes que los problemas que presenta el TDA-H en la vida de tu hijo, van generando un malestar permanente en ti, que te mantienes en estado de alerta.
Tus emociones son como una “montaña rusa”, dependen del día de tu hijo/a; si le fue bien, tú estás bien; si le fue mal, tú estás mal.